martes, 18 de mayo de 2010

Toluca y su afición

Es un equipo ganador desde que iniciaron los torneos cortos, es el equipo más constante y es un equipo que con delanteras peligrosas, con medias balanceadas y defensas casi impenetrables, se ha mantenido en la mayoría de los torneos en los primeros lugares en la tabla. Jugar en su estadio es un partido en el infierno más dantesco y el hecho de recibirlos hace que los equipos tengan que plantear otro partido que el que se está acostumbrado. Es un verdadero equipazo, tiene una directiva respetabilísima (aunque su patrocinador no lo toma tan en cuenta) y sobre todo sabe respetar los planes a corto, mediano y largo plazo. Equipos que juegan una final cada jornada son los que faltan en el futbol mexicano y este equipo es un digno ejemplo de lo que es necesario para mejorar. Sorprendentemente el Toluca no tiene seleccionados en el Mundial (hoy se dio la lista definitiva de Chile y Mancilla no aparece).

Si bien el inicio del torneo fue decepcionante, Toluca supo levantarse en el torneo, sí, con rivales de media o baja calidad. Pero Toluca consiguió terminar en tercer lugar en la tabla general y con esto Toluca se convirtió en un serio candidato al título. Toluca ha tomado en serio a cada rival, ha analizado cada partido y ha sabido liquidarlo, Toluca en los últimos años ha ganado seis títulos después de una larga temporada de 23 años sin lograr título alguno.

El equipo en sí ha sido excelente, si a partir de que se empezó con los torneos cortos, se hubiera redefinido el futbol mexicano, el equipo más grande no sería Toluca, sino Pachuca, pero los diablos rojos serían sin duda de los cuatro grandes (siete títulos desde 1998 contra diez más el superliga de Pachuca), y para colmo de la afición choricera sería el equivalente al América.

Fuera de Toluca, nadie quiere a este equipo. La afición mexicana es bastante injusta con el equipo como tal, pues lo que los aficionados detestamos del Toluca no es a los once en la cancha, ni al entrenador y mucho menos a la directiva, al que se detesta es al aficionado. El aficionado de los diablos es engreído, altanero y ardido, no saben reconocer cuando Toluca pierde, no cabe en su cabeza que hay un equipo mejor que sus adorados diablos rojos y cuando esto no cuadra en su mente, hacen desfiguros.

La afición al Toluca era inexistente desde 1975 a 1998, nadie salvo los directamente involucrados al equipo apoyaban a los diablos, la prueba está en la calidad deplorable en la que se ha mantenido su grandioso estadio (parece que no se invierte en un nuevo estadio porque los aficionados harían pedazos las nuevas instalaciones). A partir de que Enrique Meza le dio el título al Toluca empezó a crecer su afición. No es una afición con tradición y mucho menos es una afición con la que un transeúnte quisiera toparse, su comportamiento puede compararse con cualquier barra argentina o inglesa.

Dicen ser el mejor equipo mexicano, no están lejos de la verdad, pero no lo son de momento. Les falta una final en algun torneo internacional o por lo menos tener actuaciones trascendentes en estos torneos. ¿Qué actuación relevante recordamos de Toluca en la copa Libertadores? Cruz Azul llegó a una final, América y Chivas a semifinales y no podemos olvidar cuando Pachuca ganó en 2006 la copa Sudamericana. Para ser el equipo más grande de los últimos años tiene que dar buenos papeles fuera del país, no olvidemos que el torneo mexicano es de lo más mediocre cuyo principal propósito es recaudar dinero.

Insisto, Toluca es un gran equipo y merece estar donde está gracias a la filosofía de trabajo que la directiva manifiesta a su cuerpo técnico. Gracias a las contrataciones bien pensadas y analizadas existe un espectáculo casi infalible en el Nemesio Diez, gracias a la actitud temeraria los locales cuando reciben al Toluca toman sus precauciones.

Sin duda, este equipo merece una mejor afición.

martes, 4 de mayo de 2010

Selección Mexicana, proceso fallido


No importa si México llega al deseado quinto partido, incluso puede que no importe si México termina como campeón del mundo en Sudáfrica. No importa nada de eso porque no se daría continuidad al asunto, México no tiene derecho a ser campeón del mundo si no pretende seguir modelos de seguimiento como los de Alemania o Argentina, no tiene por qué ganar una copa del mundo si en el futuro va a ser un olvidado campeón como Uruguay, que a pesar de tener más copas del mundo en su haber, se le da más peso a Inglaterra pues siempre se consolida como un candidato serio al título.


¿Para qué se califica al mundial si no se piensa mejorar paulatinamente? El proceso de Hugo Sánchez fue desastroso desde 2002, sí, desde que comenzó a fastidiar con que él debía estar en la Selección Nacional. Durante cuatro años Hugo Sánchez estuvo opinando respecto a las decisiones (correctas o incorrectas) de Ricardo Lavolpe. Fracasa la selección en Alemania (cuatro puntos, un empate con Angola y una ridícula derrota contra Portugal son reflejo de un fracaso) y durante varios meses existía un hermetismo sobre el sucesor del argentino. La FMF eligió a Hugo Sánchez y al principio, pareció que cerraba las bocas de todos al momento de iniciar la Copa América, pues se venció a Brasil en el primer partido y se concluyó como tercer lugar. Después todo fue derrota y justificación estúpida hasta que se colmó la paciencia cuando la Selección sub-20 no calificó a Beijing.


Al ser despedido Sánchez, la selección quedó en manos de un experto del fútbol (después de Jesús Ramírez y su interinato) que desconocía el fútbol mexicano. Ante tal situación y también frente al comportamiento del jugador mexicano, Sven-Göran Eriksson no hizo más que comprometer su carrera como entrenador y darse a conocer como un mercenario del fútbol. Si Eriksson hubiera tomado la selección mexicana desde 2006, México jugaría de mejor manera que como jugó en su breve periodo, pues la técnica y la disciplina con la que Eriksson trabaja es algo que México necesita.


El periodo de Aguirre es el único que ha dado buenos frutos, a pesar de que la prensa opine lo contrario, se percibe una selección mexicana que imprime el sello que la caracterizó en los momentos más complicados, como contra Alemania en 1998 o Argentina en 2006, una selección que a pesar de no contar con la mejor calidad, se enfrenta a los rivales con actitud, lo que se vio contra Costa Rica, Honduras y El Salvador, sin dejar atrás lo hecho contra Estados Unidos en la Copa Oro y en el Estadio Azteca, dan a México cierto crédito. Sí, falta ver identidad en la selección y también falta que la controversia no supere al fútbol, pero se percibe un mundial que por parte de México, se enfrentará con actitud.


A pesar de la buena decisión de contratar a Javier Aguirre, no hay miras hacia el futuro, sin duda México puede competir en la CONMEBOL y debería aprovechar ahora que Brasil no tiene que hacer clasificación, pues así las posibilidades de ir al mundial en Brasil serían mayores y para 2018 habría una selección ya acoplada al sistema de CONMEBOL. Sin embargo, parece que no hay interés alguno sobre la mejora de la selección mexicana en calidad, pero comercialmente no sería malo, no descartemos que una selección de CONMEBOL es más atractiva que cualquiera de la CONCACAF, llámese como se llame, es más atractivo ver a Uruguay o Colombia que a Honduras o a Costa Rica. México podría participar en la CONMEBOL así como Australia participa en la confederación asiática. Pero los intereses de los directivos y el miedo a los malos resultados limitan a que México pelee por mejorar en calidad y en posición a nivel mundial.


Esperemos que sea un buen mundial para México, pero anhelemos que después de este mundial, por fin México de seguimiento y continuidad a un proyecto a largo plazo que coloque a México en un peldaño superior, no se quiere solo una copa del mundo, se quiere ser referente a nivel mundial.